jueves, 7 de diciembre de 2006

Mi testigo, tu noche

Hay veces que creo ser fuerte, que puedo retener todo con mi orgullo, que puedo poder contener todo el llanto que llevo por dentro, pero hay veces que tan solo soy un niño, un niño perdido dentro de su cama que no sabe hacia donde correr. No puedo ver mas alla de mis horizontes, siento que el cielo se va oscureciendo hasta dejar contemplar la eterna inmensidad del espacio, es allí cuando en esos momentos soy realmente yo. Allí justo allí es cuando siento como mis ojos se humedecen, siento esa cálida lágrima correr por mi rostro, siento como ese sentimiento, ese llanto, ese rencor, orgullo, ira, odio desaparece y lo único que quiero es que me abracen, sentir el calor de ese abrazo que dura tan solo unos segundos pero son segundos que no terminan, siento rodar otra gota salada por mi mejilla, siento como solo mi almohada es mi testigo, porque no quiero que nadie más lo sepa, no me gusta llorar cuando no estoy solo, no demuestro cuan débil puedo ser, no quiero que nadie sepa que mi orgullo puede flaquear a tal manera de lograr a perdonar hasta a mi peor enemigo. Mi cielo se vuelve mas óscuro cada vez, pero esto me permite ver muchas más entrellas que jamás había contenplado antes, como deseo vivir en esta noche eterna, esta noche formada por estrellas de placeres y nubes de recuerdos, noches eternas deseo vivir para siempre, con una luna que me ilumine para darme cuenta que yo ya no soy yo mismo, he dejado de crecer para volver a ser un niño, lleno de esperanzas, lleno de emociones y lleno de dolor; dolor del cual jamás podré escapar.







"Hay es cuando realmente siento tu noche, en esos momentos es cuando tan
solo mi almohada es mi testigo"

No hay comentarios: