jueves, 2 de junio de 2016

Llegaste...

No esperaba verte, sinceramente creí que ni lo que me dijiste aquel día irías a cumplir, pero llegaste, y mi estúpida esperanza se llena sin pensar por todo lo que he pasado.

Llegaste y aunque esperaba ver tu sonrisa solo recibí un ser extraño, que me hablaba de cosas banales como si el culpable de todo hubiese sido yo al final.

Llegaste y entre conversaciones y cigarrillos lo único que se escuchaba era a dos extraños hablar de temas cotidianos y sin mayor profundidad.

Llegaste y al solo verte mi corazón gritaba por un abrazo, por un te extraño por al menos alguna palabra que demostrara que te importo... pero creo que para tí solo fué suficiente el llegar.

Llegaste con tanta tranquilidad que realmente parecía que el único que estaba mal por todo lo que había pasado era únicamente yo.

Llegaste y yo me moría por escuchar palabras que tal vez no salgan de tu boca sin que yo tenga que decirte lo que tienes que decir, porque tal vez no te nace o simplemente no lo sientes así.

Llegaste y aunque eso valía tanto pero verte partir una vez más sin un abrazo fué como si era yo quien tenía que decir algo.

Llegaste... al menos llegaste.


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