viernes, 29 de mayo de 2015

Al filo del precipicio

Si todo esta bien, porque siento que me caigo a pedazos, por qué a pesar de que aun me río, a pesar de que aún encuentro alegría cuando veo un amanecer, por qué aunque me levante dando gracias a Dios por el nuevo día que me espera, por qué si aún cuando tengo tanto que hacer siento que algo me falta...

He buscado la respuesta en mis emociones, mirando a dentro de mí si lo que realmente pasa es algún problema de llenar algún vacío de algo que puede que no se que sea.

Realmente lo que hago es buscar alguna otra respuesta que no sea: TÚ.

Tengo miedo aceptar tanto amor, porque a estas alturas de mi vida y como están las cosas entre ese alguien y yo, aceptar esa cantidad masiva de sentimientos y emociones hacia esa persona sería inclinarme al filo del precipicio y que sea la mano de esa misma persona la que me sostenga, aceptar que ese vacío lo llena únicamente tu presencia en mi vida es de una vez declararme vulnerable y sobre todo aceptarme y conllevar todo lo que eso conlleva.

Creo en el amor, ya no como un sentimiento que se expresan con detallitos cursis, serenatas o cartas románticas, creo en el amor como una decisión de respeto, comprensión y sobre todo de confianza, creo que más allá de cualquier emoción o sentimiento que se tenga por aquella persona que se ame debe prevalecer el amor propio, pero que mejor cosa que eso sea cultivado por quien te ame de regreso.

Siempre me pregunto como es que todos en una relación se llevan tan bien, como es que todos se ven felices todo el tiempo y creo que realmente aprenden a aceptarse como son, a no tener miedo al "que pasaría si", no temer al futuro.

Creo que eso es básicamente lo que define mi actual situación y entre uno que otro día filosofando conmigo mismo he llegado a pensar que a veces si no puedes hacer feliz a alguien es hora de apartarse de su camino y que vuelva a recuperar esa sonrisa de la que tanto me enamoré.

Se que de una u otra manera me va a doler.

Así que estoy yo poniéndome al filo del precipicio y lo único que me sostiene es tu mano, si decides soltarme no moriré... solamente aprenderé a volar solo.



miércoles, 20 de mayo de 2015

Aclaración

Cada escrito aquí plasmado es un momento crítico de mi vida, y creo que estos son hitos que se quedan grabados en mi memoria para siempre.

Si bien es cierto no escribo tanto como lo hacía antes, me gusta hacerlo, pero por motivos que comprometen mi tiempo he dejado esta buena costumbre.

No suelo ser de los que comparte su vida para que sientan pena o lástima, para mi simplemente es agradable que me lean, no para que me conozcan, sino para que puedan identificarse con alguien más que también siente, que también sufre, que también ríe y que también es feliz.

Les voy a decir lo que NO soy, y es que no soy:

Un excelente escritor
Un buen redactor
Un muy buen comunicador
Y sobre todo no soy una buena persona.

Lo que SI soy es más fácil,

Soy una persona llena de fallas y emociones.

Solamente soy eso, aquello que lees, mis hitos, mis experiencias mis memorias.

Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos