Desvaneciendo entre mis recuerdos están tus caricias, tus detalles, tus sonrisas. Cada vez que trato de recordarte cuando te acurrucabas en mis brazos pidiéndome que no te deje ir nunca siento como aquellos momentos hubiesen pasado hace mucho tiempo atrás, cuando en realidad fue hace tan poco que el solo momento de volver a vernos hacía que lo que nos rodeaba se apagara, el verte hacía que mi mundo entero se ponga en pausa y como película de ciencia ficción todo quedaba paralizado y los únicos seres con movimiento éramos tu y yo.
Es extraño, al menos para mi, sentir ese miedo de perder algo que amas con tu vida, pues hasta ahora había comprendido lo que es realmente dar la vida por alguien.
Conocerte fue de entre todas mis aventuras de la que estoy mas orgulloso de haber cometido, eres mi pecado mas preciado.
Alguna vez llegué a pensar que tanto amor no iría a terminar, tanto éxtasis que tus besos repartidos provocaban en mi cuerpo que por alguna razón no iba a permitir que eso que sentimos no se acabara jamás.
Continúo aferrado a la idea que estaremos juntos siempre, pero hay una duda taladrando mi seguridad, esa duda trata de escudriñarse en mi cerebro para plagarlo de incertidumbre y desconfianza.
Y esa duda sumada a tus acciones, tus actitudes, van carcomiendo poco a poco todo el amor que siento por ti, y puede que la culpa sea realmente mía por nunca haber sido el hombre que realmente buscabas o por no llegar a completar ni la mitad de la madurez que esperabas en alguien como yo; y de ser así te pido perdón por haber sido el catalizador que comenzó toda esta guerra de silencios y lágrimas.
Pero no dejaré de amarte porque solo en ti mi alma encuentra paz, solo contigo soy completamente feliz, así que seguiré luchando contra toda duda, continuaré peleando por tí y por este amor hasta que tu ya no quieras más.
Estoy contigo hasta que te desvanezcas.
